Honrando la filosofía de KARL LAGERFELD de transformar los mejores ingredientes en creaciones fáciles de llevar, este elegante eau de parfum celebra el aroma atalcado, floral y ligeramente amaderado del iris. Complementado con la sensualidad del dulce heliotropo y la vainilla de Madagascar, se presenta con elegancia en un frasco translúcido y atemporal.